198. Información Australia ALON

Australia y Filipinas concluyen ejercicio ALON 25 en el Indo-Pacífico

El 9 de septiembre de 2025, la Fuerza de Defensa Australiana (ADF) anunció la finalización del Ejercicio ALON 25, desarrollado del 15 al 29 de agosto en las islas Palawan y Luzón junto a las Fuerzas Armadas de Filipinas (AFP), con la participación de observadores de Canadá y Estados Unidos. Según la ADF, se trató de “la mayor actividad de proyección de fuerza conjunta en el extranjero llevada a cabo en la historia reciente de Australia”.

El objetivo principal del ejercicio fue el adiestramiento y certificación de la interoperabilidad de fuerzas anfibias y aerotransportadas, mediante la simulación de la recuperación de una isla ocupada por fuerza adversaria. Las actividades incluyeron desembarcos coordinados desde buques y aeronaves con cobertura aérea y artillería naval, así como operaciones aire-tierra para asegurar una pista de aterrizaje controlada por un adversario simulado. También se integraron puestos de comando combinados sobre base doctrinaria OTAN.

El despliegue alcanzó los 3.125 efectivos —1.600 australianos y 1.525 filipinos— y se ejecutó en un teatro multidominio. Las prácticas abarcaron fuego real, maniobras anfibias, transporte aéreo masivo del Regimiento Real australiano, actividades en el ciberespacio y operaciones de asuntos civiles, con énfasis en el factor religioso como componente psicosocial en la interacción con comunidades.

En el plano operacional, se estableció un puesto de comando binacional entre la Fuerza de Tarea Conjunta 661 de Australia —que aportó la estructura, personal de inteligencia, comunicaciones, sistemas C2 y los procedimientos de la OTAN— y el Cuartel General del Comando Oeste de Filipinas (WESCOM), que integró sus mandos, enlaces y personal de planeamiento operativo.

Australia desplegó en tierra un batallón de infantería de aproximadamente 390 efectivos, compuesto por dos compañías de fusileros, una tropa de caballería con 5 vehículos blindados ligeros, una batería de artillería con obuses M777 de 155 mm y una tropa de ingenieros de combate.

 

En el dominio marítimo, operó el destructor HMAS Brisbane (clase Hobart) con un helicóptero MH-60R Seahawk. En el dominio aéreo, se desplegaron F/A-18F Super Hornet, EA-18G Growler, C-130J Hércules, un P-8A Poseidón, y aeronaves de transporte estratégico KC-30A y C-17A Globemaster III.

Las AFP movilizaron la 7.ª División de Infantería, una División Blindada, unidades de ingenieros, señales, infantería mecanizada y equipos médicos. La Fuerza Aérea filipina contribuyó con cazas FA-50PH, aviones de ataque A-29 Super Tucano y helicópteros S-70i Black Hawk, T-129 ATAK y AW109. En el ámbito naval, participaron una fragata clase José Rizal, una Brigada de Infantería de Marina y dos Batallones de Infantería de Marina.

Los países observadores sumaron cerca de 530 efectivos. Canadá participó con la fragata HMCS Ville de Québec (clase Halifax) y un helicóptero CH-140 Cyclone, con unos 180 efectivos. Estados Unidos contribuyó con un grupo de la Marine Rotation Force – Darwin (MRF-D), integrado por 350 marines y un avión de rotor basculante MV-22B Osprey.

En la clausura, el secretario de Defensa filipino, Gilberto Teodoro, destacó la importancia del ejercicio para fortalecer la interoperabilidad entre aliados democráticos y consolidar un orden regional basado en normas. El jefe de operaciones conjuntas de Australia declaró: “El ejercicio Alon 25 nos brinda la oportunidad de practicar cómo colaboramos y respondemos a los retos de seguridad comunes, y de proyectar nuestra fuerza a grandes distancias en la región Indo-Pacífico”.

Australia es el segundo país, después de Estados Unidos, en firmar un acuerdo sobre “fuerzas visitantes” con Filipinas, lo que permite el despliegue de tropas a gran escala y la realización de maniobras militares conjuntas en el territorio de ambos países. El próximo mes entrará en vigor un pacto de defensa similar entre Filipinas y Japón.

El ejercicio se desarrolló en un contexto de crecientes tensiones en el Mar del Sur de China, donde Filipinas ha sostenido incidentes con fuerzas chinas. Beijing calificó la maniobra como una provocación e injerencia externa en la disputa territorial.

De acuerdo con la evaluación de un experto militar chino, la actividad proporcionó a Australia la posibilidad de ensayar la proyección de fuerzas a largas distancias y operaciones conjuntas con Estados Unidos, pero en la práctica resultó de utilidad limitada para Filipinas, dado que este país carece de sistemas de armas y capacidades compatibles para ejecutar operaciones de desembarco y combate al nivel de sus socios occidentales.

Sostuvo el experto que Filipinas está intentando contrarrestar sus debilidades con alianzas estratégicas, intentando sumar actores externos para que fortalezcan sus reclamos territoriales en el Mar del Sur de China.

Fuentes: defense.gov.au; asiapacificdefencereporter.com; globaltimes.cn

Comments are closed.