El 25 y el 26 de agosto, en el mar Meridional de China, buques de la Guardia Costera de China interceptaron barcos de Filipinas que decía estar realizando acciones humanitarias para reabastecer a los pescadores filipinos. Las intercepciones tuvieron lugar en el banco de arena de Sabina, un atolón ubicado en el sureste del mar de China Meridional, actualmente en disputa entre China, Filipinas, Taiwán y Vietnam que reclaman soberanía sobre Islas Spratly donde se encuentra.
El día 25, el contralmirante y portavoz de los guardacostas filipinos, dio a conocer la maniobra a través de una publicación en su cuenta de X (@jaytaryela). En ella expresa que el buque filipino fue embestido y amenazado por ocho unidades chinas que hicieron sonar bocinas y desplegaron cañones. Según declaró, el hecho provocó la falla del motor de la nave y forzó la suspensión de la operación humanitaria.
El 26 la acción de China contó con un total de 40 buques que bloquearon el paso a la nave filipina y le impidieron nuevamente el cumplimiento de la misión.
Por su parte, la prensa local de China afirma que fue una medida en respuesta a los buques filipinos que habían ingresado sin autorización a las aguas con el objetivo de enviar suministros a otro barco de su misma bandera “anclado en un arrecife chino”. Además, asegura que la acción de filipinas se consideró una amenaza y que las maniobras del barco fueron peligrosas para el personal de la Guardia Costera China que simplemente cumplían con su labor.
Sin embargo, las autoridades del gobierno de Filipinas juzgaron las maniobras de la República Popular de China como “poco profesionales, agresivas e ilegales” por el uso de medidas excesivas.
FUENTES: Globaltimes.cn; News.usni.org; X (@jaytarriela)