El 1 de octubre Corea del Sur realizó un desfile militar en Seúl con la presencia del presidente Yoon Suk Yeol y unos 5.300 soldados. En este evento se presentó el nuevo misil balístico Hyunmoo-5, capaz de transportar una ojiva de ocho toneladas, así como un bombardero estratégico estadounidense B-1B.
En esta ocasión, el centro de gravedad estuvo en el Hyunmoo-5, que representa un avance significativo en la capacidad misilística del país. Este fue diseñado para penetrar en búnkeres subterráneos, especialmente para disuadir y contrarrestar capacidad nuclear norcoreana. El desfile incluyó, además, la participación de la banda del Octavo Ejército de Estados Unidos y una brigada blindada Stryker.
La recuperación de los desfiles militares por parte de Yoon, quien adoptó la política de “paz a través de la fuerza”, responde a un cambio en la estrategia de defensa nacional. Durante años, Corea del Sur había limitado estos eventos, pero ahora decidió la demostración de fuerza militar; ya en 2023 lo había vuelto a realizar.
En su discurso, Yoon advirtió sobre las graves consecuencias que tendría para Corea del Norte el uso de armas nucleares y describió la cooperación militar con Rusia como ilegal. En este sentido, día anterior, 30 de septiembre, se realizó la inauguración del Comando Estratégico, con responsabilidad de contrarrestar las armas de destrucción masiva.
Fuente: The Chosn Daily, Ministerio de Defensa Corea del Sur