El 12 de mayo el Ministerio de Defensa Nacional de Ecuador desplegó alrededor de 1500 efectivos en la Amazonía, sobre la zona de Alto Punino y San Lorenzo (Provincia de Esmeraldas) con el objetivo de localizar y neutralizar a los miembros de las FARC disidentes (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que no aceptaron el proceso de paz). Esta organización habría asesinado a once soldados el 9 de mayo en una emboscada durante un allanamiento a las actividades de minería ilegal en el límite provincial entre Napo y Orellana.
El Ministerio de Defensa implementó una valla táctica alrededor del área, en la cual participan tropas de Fuerzas Especiales, Inteligencia Militar y Contraterrorismo, todas integradas en la Brigada de Selva N.º 19 “Napo”, con refuerzos de la Brigada de Fuerzas Especiales N.º 9 “Patria”. El contingente fue transportado desde Lacatunga en helicópteros CH-47 Chinook y UH-60 Black Hawk, mientras por tierra se desplegaron vehículos 4×4 y botes rápidos para patrullaje fluvial. Asimismo, se introdujeron VANT de reconocimiento y sistemas de guerra electrónica.
En cuanto a las tropas, van equipadas con fusiles de asalto M4 y Galil AR calibre 5.56 x 45 mm, lanzagranadas M203, ametralladoras ligeras calibre 7.62 mm, granadas de mano, visores nocturnos y sistemas de comunicación encriptados.
La Amazonía Ecuatoriana es un territorio clave para la minería ilegal y el tráfico de sustancias ilícitas que financian a las disidencias de las FARC. Tras la emboscada, el Gobierno ecuatoriano persigue neutralizar los grupos armados responsables del ataque y cortar sus rutas logísticas y financieras en la triple frontera con Colombia y Perú, y desarticular las economías criminales que operan en la región.
Fuentes: defensa.gob.ec – X (@DefensaEc)