El 6 de junio el grupo rebelde chiita Ansar Allah de Yemen, conocidos como hutíes, hundieron un buque civil en el Mar Rojo. El navío se encontraba a unos 94 km (51 millas náuticas) en dirección suroeste del puerto yemení, bajo control de los hutíes, de Al Hudayda. El buque afectado fue el Magic Seas, de uso mercantil registrado en Liberia.

El ataque se efectuó por agua, con lanzacohetes, lanzagranadas y otras armas de fuego y cuatro lanchas no tripuladas. Entre la tripulación de 22 personas se encontraba personal con capacidad para repeler ataques de baja intensidad, pero cuando dos de las lanchas lograron impactar en la banda de babor, los daños provocados hicieron abandonar rápidamente el buque, que posteriormente se hundió.

No es la primera vez que el grupo rebelde hunde un barco; desde noviembre de 2023 esta situación significa una amenaza para toda embarcación que navega las aguas del Mar Rojo. El último de los ataques fue en diciembre del año pasado, por lo que parecía que se había podía volver a navegar con normalidad.

Los hutíes sostienen que estas acciones son en solidaridad con los palestinos, en el marco del conflicto con Israel. El portavoz de ellos dice sin cuidado “Nuestras operaciones continúan apuntando a las profundidades de la entidad israelí en la Palestina ocupada, así como impidiendo la navegación marítima israelí en los mares Rojo y Arábigo… hasta que la agresión sobre Gaza se detenga y el bloqueo sobre ella se levante”.

La amenaza de los hutíes en el Mar Rojo, llevó a varias compañías navieras a tomar la ruta que circunvala África, por el Cabo Esperanza. De esta manera, se evita esa ruta marítima, pero se desaprovecha las ventajas que trae el Canal de Suez para la navegación.

FUENTES: Twz.com; Ambrey.com