El 4 de mayo, una aeronave china de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación disparó bengalas interrumpiendo el trayecto de un helicóptero de combate australiano que sobrevolaba aguas internacionales del Mar Amarillo.
La aeronave australiana, que se había desplegado desde el buque HMAS Hobart de la Marina Real Australiana, se encontraba cumpliendo tareas de vigilancia en el marco de la Operación Argos, que es la contribución australiana a las sanciones impuestas por la ONU a Corea del Norte. El esfuerzo de esta contribución se focaliza en la detección de contrabando que se realiza de buque a buque.
El avión de chino lanzó bengalas a 300 m de distancia frente al helicóptero y 60 m de altura sobre su trayecto. El piloto realizó maniobras evasivas para evitar que su nave fuera afectada por las bengalas.
Este hecho llevó a una reacción del Ministro de Defensa de Australia, que emitió un comunicado sosteniendo que la maniobra de la aeronave de la República Popular de China se trató de “una interacción insegura y poco profesional”.
El Ministro de Relaciones exteriores de la RPC respondió al comunicado, confirmando a su vez el incidente, diciendo en primera instancia que el vuelo del helicóptero había sido “provocativo” y “cercano al espacio aéreo” chino, suponiendo así un riesgo para el tráfico marítimo y aéreo del país, por lo considera que la respuesta fue “legal, profesional y segura”.
Más tarde, el Ministerio de Defensa chino sostuvo que Australia distorsiona los hechos con su declaración, y que el vuelo del helicóptero tenía como objetivo espiar y hostigar maniobras de entrenamiento de la flota china en el Mar Amarillo.
Fuente: Australian Government Defense; China Daily