A las 07:45 horas del 3 de enero, las autoridades de Taiwán detectaron daños en cuatro puntos de un cable submarino frente al cabo Yehliu, en la costa noroeste de Taiwán. Se trata de uno de los cables de comunicaciones que conectara Taiwán con EUA.
Al recibir el informe, la Guardia Costera isleña envió las respectivas embarcaciones e interceptaron un buque carguero de bandera camerunesa que resultó sospechoso. La embarcación Shunxin-39, que se encontraba casualmente navegando por la zona al momento del incidente, recibió la orden de regresar al puerto de Keelung para ser sometido a una investigación.
Taipéi plantea la posibilidad de que China se encuentre detrás del posible sabotaje, puesto que la mayor parte de la tripulación eran chinos y el propietario del barco de Hong Kong. Además, la Guardia Costera declaró que “no se puede descartar la posibilidad de una intrusión en zona gris” por parte de China.
Según la empresa de comunicaciones, Chungwa Telecom, los equipos de respaldo pudieron garantizar que no hubiera interrupciones en el sistema local. Vale mencionar, que este incidente se agrava con el hecho de que la semana pasada sucedió lo mismo en el cable submarino Estonia-Finlandia y que, desde el año pasado con el daño de otros cinco, la preocupación internacional por este tipo de infraestructura se acrecienta.
Fuente: Swissinfo.ch